Mañanas donde repaso
como un tónico
tus palabras para sentir
un poco menos el abandono de esta
laguna de soledad que yo mismo socavé
a mi alrededor después de la estúpida
y traicionera realidad de soltar tu mano
ardiendo en la espesura de la noche
donde ya todo era traición lágrimas desencanto
La soledad era esto.
El miedo y el dolor nada tienen que ver con las palabras
esta mañana la imposibilidad de vivir se extiende
como una sábana blanca encima de tu nombre.
mientras preparo un café para arrastrar el día.
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