Muchas veces la gente se averguenza tanto del modo en que comenzó su noviazgo, que no duda en realizar algunos cambios antes de que se imponga definitivamente como parte de la mitología de la relación. En la comodidad de su enamoramiento, la pareja es asaltada por unos de sus integrantes: lo atesorado de aquel día se desvanece en el aire mientras uno le arrebata al otro una parte de su historia para mejorar la suya y así reconciliarse a medias con un pasado que en el peor de los casos averguenza o causa dolor.Siempre nos avergonzamos un poco de lo que fuimos. En silencio y por distintas razones, se elucubra un sutil desdibujamiento de lugar y fecha, alguna que otra amistad, o se perpetúa una suave pincelada de olvido sobre el lienzo de todo aquello que se dijo en las primeras citas y resultó imposible sostener en el tiempo. Hay parejas que dan la impresión de divertirse terriblemente haciendo uso de su acuerdo tácito cuando sus allegados (generalmente familiares), entre divertidos y preplejos, les preguntan cómo se conocieron. Dependiendo de las compañías, es uno u otro el que aventura la respuesta. El apoyo logístico consiste generalmente en despejar las fragosidades de la contradicción tomándose suavemente de las manos como dos que se buscan en la oscuridad sin llegar jamás a tocarse. Un noviazgo nunca se presenta sin antes dar la ilusión de reforma de uno mismo.
¿Un noviazgo nunca se presenta sin dar la ilusión de reforma de uno mismo? ¿Y la ilusión de cambiar al OTRO a nuestra -"imagen y semejenza"- conveniencia? no es éste el principio de la ILUSIÓN?
ResponderEliminarMe encantó,,,voy a seguir pensando
saludos desde mi Siesta